Desde que era una niña, pintar ha sido la mayor pasión de mi vida, algo que me llena por completo. Ahora, como artista, dentro de mi taller casero, mi hogar, mi jardín y mi familia, encuentro la inspiración que necesito para dar vida a mis creaciones. Son las pequeñas cosas las que me llenan de felicidad y me impulsan a crear.

Siempre he pensado que pintar es como meditar, una actividad que disfruto profundamente y que me llena de alegría. Cada una de mis obras lleva consigo una parte de mí, un reflejo de lo que quiero transmitir en esta vida. Es por eso que ver mis creaciones en los hogares de otras personas es una experiencia verdaderamente especial, un regalo. 

Mi mayor deseo es que mis obras produzcan la misma alegría y pasión con que las he creado, capturando la belleza de lo simple, la naturaleza y la riqueza de los colores.

Me siento afortunada de poder compartir lo que amo con ustedes.